martes, 9 de diciembre de 2014

historia de la imprenta mexicana



La primera imprenta en América fue precisamente instalada en nuestro país, si bien ya se imprimían libros gracias al rápido desarrollo de la imprenta, el germen periodístico nació en México con pequeñas notas informativas que daban cuenta de hechos que acontecían no sólo en México, sino en los demás reinos españoles en América. Pero no fue sino hasta la aparición de las hojas volantes que se comenzaba a manifestar el quehacer periodístico en nuestro país. En estas hojas volantes se informaba más que nada los acontecimientos que se suscitaban en los diferentes reinos novohispanos, así como algunas notas de acontecimientos españoles y las buenas nuevas de los viajeros que llegaban a la nueva España.

"La historia de los impresos, particularmente de los periódicos en México es larga. Se inició a fines del siglo XIX con los trabajos de concienzudos bibliófilos como José Toribio Medina o Juan B. Iguíniz, quienes tomaron a su cargo la dura tarea de recopilación de los materiales dados a la luz por las diferentes imprentas mexicanas. Herederos de los eruditos bibliógrafos de los siglos anteriores, como Eguiara y Eguren o Beristain, los acuciosos intelectuales dieron inicio al estudio moderno de los impresos en México. Medina realizó monumentales estudios sobre algunas de las regiones de México como Oaxaca, Guadalajara, Puebla de los Ángeles, Veracruz y Mérida. Iguíniz, aunque escribió sobre di-
versos temas relacionados con los impresos, se especializó en la historia de la prensa y el periodismo de Guadalajara"Debemos considerar el proceso político y social al que se enfrenta México en el siglo XIX como un factor importante para la prensa escrita de la época ya que éste era el único medio por el cual  las personas podían  enterarse de lo que pasaba tanto en el país como en España. Surge una  gran variedad de folletos y diversas formas  de periodismo. Destacaron  dos diarios que fueron instituciones de la presa liberar: El Siglo XIX y  El Monitor Republicano. La mayoría de quienes escribieron en los periódicos de la primera mitad del siglo fueron los forjadores de la emergente nación. Éste medio de comunicación  fungía como árbitro social y vocero de la opinión pública.



Inicialmente la prensa gozó de ilimitada libertad. Durante la regencia del imperio, los intereses de los iturbidistas estuvieron representados por la gaceta imperial del gobierno de México, el fanal del imperio de la capital y el farol de puebla. Los partidarios de la republica editaron en puebla la abeja poblana, redactada por los hermanos Troncoso y después por Manuel Ortega Calderón. En la capital, sucesivamente, la avispa de Chilpancingo de Carlos Maria Bustamante el semanario político del Dr. Mora, y el hombre libre de Juan B. Morales


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